Han caído todos los velos para cubrir
la luz de la primavera. Pero nadie se instala en la sombra simplemente porque
sí. Y nadie domina la misteriosa y
aciaga ciencia de hacer que todos los velos existenciales puedan cubrir la luz
del mundo, esa luz tan urgente que, sencillamente, se necesita para vivir.
Han caído todos los velos, venidos de
no sé dónde, para intentar cubrir la luz, ya tan intensa.

etcétera….
No hay comentarios:
Publicar un comentario