11, octubre, 2016
Ya van unos días, semanas o tal vez
un par de meses sin letras, lo cual me crea tensión. El tiempo es inmisericorde, además de
banal (banaliza nuestros días) cuando no lo
“aprovechamos” o, simplemente, nos faltan las fuerzas.
Y los días, esos, con todas sus
secuencias intrascendentes, no retratan ni se fijan en nuestra biografía. Nuestra biografía es, simplemente, el derecho
que tenemos de los días a vivirlos, malvivirlos y/o atravesarlos con una
inconsciencia de rutina que, por tal motivo, nos los hace inexistentes.

No hay comentarios:
Publicar un comentario