miércoles, 4 de mayo de 2016



2,  Mayo, 2016

Todo escenario es un mundo, y todo pequeño mundo puede ser una posibilidad de amor, un amor efímero, un rostro que nos mira un instante, un perfil fugaz, la intermitencia de una mirada lejana, una atmósfera efímera que podría descubrirnos toda una vida en nosotros… y una amistad, un ensueño siempre penúltimo con el que podríamos seguir tirando una temporada…  Pero la “temporada” pasará  también.      

Todo pasa, y, mejor que lo sepamos. Ya lo sabemos, pero se nos olvida.

No vengo nunca aquí en festivo.  Está todo a rebosar.  Gente presuntamente progre, o sinceramente progre; también algunos esnobistas de los que nunca faltan: son los circunstanciales que se pierden aquí siempre en domingo o festivo.  Y es obvio que a algunos de esos esporádicos clientes de las periferias ajardinadas les resulta sorprendente, e “interesante”, ver a un tío, a un señor que escribe y, que aparentemente está ajeno a todo.  Pero no estoy ajeno a todo, no.  Estoy ajeno a casi todo porque, realmente, es mucho -¡demasiado!- lo que no me interesa; ay…
¡Ay!, el señor me salve, quién sea, sea quién fuere, con todas mis ironías y leves sarcasmos.

Mi novia  Cuquita, que es muda y sin embargo habla mucho por su movil. !!Yo es que no sé cómo leches lo hace!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario