CARTA ABIERTA A LAS NINFAS CON PRISAS Y
URGENCIAS
( Primera parte )

Ellas –este tipo de mujeres- suelen
decir que quieren respirar otros horizontes, abrir otras ventanas en la noche o
traspasar los dinteles de otras puertas.
Hay otras mujeres -¿tantas?- que primero las miras
descubriendo, poco a poco, incluso con
candidez y, ya luego, a gran velocidad, una gran vanidad que se desborda
–precisamente- en el ecuador esplendoroso de sus vidas: <<La última carta…>>, quizá piensan… Y es
entonces cuando están dispuestas a casi todo.
Curiosamente, en ese bullir de exclusiva
autocontemplación narcisista, es cuando menos receptivas están a todo aquello
que no sea colmar y calmar la síntesis personalista de su universo que, muchas
de ellas, creen construido de sólidos (aunque inconexos más bien) lirismos de
personajes inmediatos, mezclados y dispersos en sus vidas; vidas, como nos
puede o ha podido pasar a cualquiera, en un momento dado: a salto de mata.
A veces, casualmente, se les puede
cruzar en su camino un personaje lírico-desprogramado-atemporal y,
anacrónicamente neorromántico y <<trasnochado>> que, o bien no
saben dónde encajarlo, o bien no lo aprecian en su conjunto, debido esto, quizá
–ya se ha dicho antes-, a sus grandes urgencias prosaicas que les impone su
vanidad narcisista recién llegada a sus vidas.
…Y ya se sabe: la lírica auténtica y
plena es absolutamente antagónica a cualquier tipo de prisas. Pero eso, naturalmente, lo aprenderán (como
nos ha ocurrido a todos/as) cuando tal
<<hallazgo>> ya carezca de
sentido para su aplicación, pues entonces ya han pasado los momentos, esos
<<momentos>> que ellas, en su urgencia de
ventana-alfeizar-dinteles- tranvías-maletas y metros, ahora, consideran
accesorios.
Pero, mis queridas ninfas
<<urgentes>> y equivocadas, algunas veces; esas pequeñas diosas
veloces: en la vida también hay que detenerse ante lo aparentemente accesorio,
ornamental e incluso superfluo (¿hay algo muchísimo más literario y honesto que
el arte desnudo? ¿Cómo no detenerse, entonces, a ver el arte, por un momento?).
Qué me dicen las ninfas del siglo XXI,
con sus irracionales/irreflexivas urgencias para captar –tal vez- amores
fugazmente mediáticos, a la vuelta de la esquina, de cualquier esquina, con un
simple anzuelo primario, o, en su defecto, indirectas tan directas que, los
sutilmente endiosados actores de las letras, el esnobismo y el mundillo
cultural provinciano las cogen al vuelo; sí, al vuelo, pues de eso se
trata: el que no corre vuela. Y se que es una vulgaridad de expresión, pero
viene muy a cuento.
Y miren ustedes: hay vuelos cortos,
bajos, exiguos e incluso muy tristes. Y
claro, de esa forma tal vez no merece la pena ni compensa “volar”.
Hay vuelos diversos… de la palabra cantautora
y <<comprometida>>. Pero ya,
lo del <<compromiso>>, a estas alturas (de no pasar por un riguroso
filtro ideológico), hay que ponerlo mucho más que en cuarentena, pues es un
recurrente cajón de sastre… sobre todo para quién quiere dejarse engañar… Hay <<compromisos>> que a mí,
personalmente, sin ser escéptico militante… directamente me producen risa o me
provocan la carcajada más sonora.
(continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario