lunes, 20 de abril de 2015




 SEGUNDA PARTE del texto: 16 de abril, 2015

A los pocos días subí al tejado y, con tu ayuda, comenzamos a desmontarlo por completo.

Ya en la noche, lloramos y reímos al mismo tiempo de emoción, pues sabíamos, y pudimos comprobar que, al fin y al cabo, el tejado no era tan necesario como pensábamos.
Durante varios ciclos lunares Selene nos obsequió con las mejores galas de todo su espectáculo milenario, y, muy difícil de olvidar para nosotros.

Y sé que puede parecer una broma, pero así fue. ¿Recuerdas, Wein-LI?

Nada fue estéril.  Algún pequeño catarro y un amago de neumonía por los días de lluvia, sí, pero aquella inmensa plenitud valía realmente la pena vivirla.  Nunca sabrás cuánto valió la pena, pues tan sólo había comenzado y, por todo aquello, también aprendimos que un gran trecho de la existencia no aportaba nada en absoluto, sino que por el contrario, era casi siempre absolutamente estéril, no valía para nada y debería de cortarse, con valor y decisión en un momento dado que, es como una señal en la que la Vida te indica su término sugerido, amablemente, y te dice:  “hasta aquí deberías de llegar, y no más, pues todo lo que pueda esperarte sólo será decepción, sordidez, vacuidad e indignidad”.

Y no, no se puede elegir erróneamente, mi adorada Wein-Li, pues yo sé que ahora tendrás otras emociones porque además siempre fuiste muy caprichosa y, claro, el exceso de caprichos lleva a la ansiedad, y de la ansiedad a cierta infelicidad.  Pero no dudes ni por un instante que, aquellas vivencias tan intensas que viviste y, pudiste seguir viviendo a mi lado, esas, no volverán jamás a ti, Wein, nunca más volverán.

 No te digo esto con rencor, sólo lo expreso desde la convicción por tener la certeza de saber que poseo  todo lo que pude haberte dado y, tu sentido un tanto voluble  de la vida me lo impidió y, más bien, no consideré necesario insistir lo más mínimo.
Todo o casi todo lo que pude darte era inmaterial, Wein-Li.

Resulta extraño que tú procedas de esa ancestral cultura del  oriente taoísta y confuciano, pero es una opción tuya el alejamiento gradual de tus raíces más hondas, pero no obstante, ha sido tu elección y, tú te lo has perdido.

La vida es breve, Wein, y a veces, casi puede ser –puede parecernos- eterna. No obstante, así de contradictoria es.

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