SEGUNDA PARTE del texto: 16 de abril, 2015
A los pocos
días subí al tejado y, con tu ayuda, comenzamos a desmontarlo por completo.
Ya en la
noche, lloramos y reímos al mismo tiempo de emoción, pues sabíamos, y pudimos
comprobar que, al fin y al cabo, el tejado no era tan necesario como
pensábamos.
Durante varios
ciclos lunares Selene nos obsequió con las mejores galas de todo su espectáculo
milenario, y, muy difícil de olvidar para nosotros.
Y sé que puede
parecer una broma, pero así fue. ¿Recuerdas, Wein-LI?
Nada fue
estéril. Algún pequeño catarro y un
amago de neumonía por los días de lluvia, sí, pero aquella inmensa plenitud
valía realmente la pena vivirla. Nunca
sabrás cuánto valió la pena, pues tan sólo había comenzado y, por todo aquello,
también aprendimos que un gran trecho de la existencia no aportaba nada en
absoluto, sino que por el contrario, era casi siempre absolutamente estéril, no
valía para nada y debería de cortarse, con valor y decisión en un momento dado
que, es como una señal en la que la Vida te indica su término sugerido,
amablemente, y te dice: “hasta aquí
deberías de llegar, y no más, pues todo lo que pueda esperarte sólo será
decepción, sordidez, vacuidad e indignidad”.
Y no, no se
puede elegir erróneamente, mi adorada Wein-Li, pues yo sé que ahora tendrás
otras emociones porque además siempre fuiste muy caprichosa y, claro, el exceso
de caprichos lleva a la ansiedad, y de la ansiedad a cierta infelicidad. Pero no dudes ni por un instante que,
aquellas vivencias tan intensas que viviste y, pudiste seguir viviendo a mi
lado, esas, no volverán jamás a ti, Wein, nunca más volverán.
No te digo esto con rencor, sólo lo expreso
desde la convicción por tener la certeza de saber que poseo todo lo que pude haberte dado y, tu sentido
un tanto voluble de la vida me lo
impidió y, más bien, no consideré necesario insistir lo más mínimo.
Todo o casi
todo lo que pude darte era inmaterial, Wein-Li.
Resulta
extraño que tú procedas de esa ancestral cultura del oriente taoísta y confuciano, pero es una
opción tuya el alejamiento gradual de tus raíces más hondas, pero no obstante,
ha sido tu elección y, tú te lo has perdido.
La vida es
breve, Wein, y a veces, casi puede ser –puede parecernos- eterna. No obstante,
así de contradictoria es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario