sábado, 7 de febrero de 2015



LA INDENCENCIA DE LA TRAICIÓN (o la plaga del REVISIONISMO RASTRERO)

Aquí, en el café el Sol, abro al azar un libro y leo: “para Mallarmé, el lenguaje poético niega el mundo (…)”  ¿Teoría y práctica o, ambas cosas?
Algo así debe pasarle a TANIA SÁNCHEZ, pero a la inversa: las ambiciones personales, son tan potentes que niegan los ideales y las luchas históricas.
Y unque uno lleva una gran parte del tiempo desinformado de casi todo… pues mira hombre, algo va escuchando por ahí, y claro, a Tania tal vez le falla el apellido, pues probablemente para tener un poco de ética política, y ya puestos, quizá sería mejor Tania Kupskaia o Alliluyev, o Tania Castro Ruiz. Esto lo digo por si así pudiera haber un contagio de dignidad ideológica, o cierta decencia de principios.

A veces, un mínimo de memoria puede resultar grosera, cruel y sobre todo hiriente, en este caso con uno mismo… por aquello de recordar…

Y uno recuerda, aquella foto, en la Casa de Campo de Madrid, tan emocionado, junto a Rosa Aguilar (entonces miembro de IU y del PCE), cogiéndome ella por el hombro. Al cabo de unos años se pasó a la socialdemocracia.

Y uno recuerda, con ese olfato político que pocas veces ha errado y siempre ha tenido, ¡no sé para qué!, sí, recuerda a aquella Cristina Almeida, a Diego L. Garrido y otras hierbas, formando un partido político de “transición” hacia la socialdemocracia.  NUEVA IZQUIERDA se llamaba.   
Y por qué será que todos aquellos que adolecen de  ideología y concienciación marxista histórica acaban demarrando siempre a la socialdemocracia y, al principio, quizá debido al pudor, muchos se justifican con el ambigüedad de “nuevo” no sé qué, o, “nuevo” no sé cuantos…?

Hoy, el P. Podemos ofrece NUEVAS  expectativas para NUEVOS advenedizos que han renunciado a todo lo “ANTIGUO”… Patético, sí, pero a más de uno le colmará la vanidad… ¡por lo menos!

Pues que les vaya bien y bonito en esa su gran experiencia (tal vez ahora, su gran amo, el de siempre, seguro que les concede un gran espacio en sus medios de comunicación-“información-desinformación”), pero no han aprendido nada, o no desean ver que, los atajos (¡ay, los atajos, qué malos compañeros de viaje!) para cambiar este RÉGIMEN siempre son los mismos: el anarquismo, ese que va contra todos y todo y, luego, ¡hay que joderse, qué cosas! Casi siempre acaban en la derecha o la mera apatía.
Y también, la segunda opción a la que llegan, también es de manual: la socialdemocracia en cualquiera d sus distintas variantes históricas.

Ufff, ¡casi nada!, había olvidado, nada menos, que el trotskismo: ese gran aliado –indirecto- con el que contó el gran capital hasta 1991 más o menos; a partir de esa fecha el trotskismo ya estaba amortizado.

Seguramente, al cabo de unos años, estos reinventores de la historia, les contarán a sus nenes una magnífica historieta de heroicidades personales, pero eso, claro está, es otra historia distinta a lo de Tania…
Bueno, o la misma. Que no nos vendan otra moto, por favor.

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