LA INDENCENCIA DE LA TRAICIÓN (o la
plaga del REVISIONISMO RASTRERO)
Aquí,
en el café el Sol, abro al azar un libro y leo: “para Mallarmé, el lenguaje
poético niega el mundo (…)” ¿Teoría y práctica o, ambas cosas?
Algo
así debe pasarle a TANIA SÁNCHEZ, pero a la inversa: las ambiciones personales,
son tan potentes que niegan los ideales y las luchas históricas.
Y unque
uno lleva una gran parte del tiempo desinformado de casi todo… pues mira
hombre, algo va escuchando por ahí, y claro, a Tania tal vez le falla el
apellido, pues probablemente para tener un poco de ética política, y ya
puestos, quizá sería mejor Tania Kupskaia o Alliluyev, o Tania Castro Ruiz.
Esto lo digo por si así pudiera haber un contagio de dignidad ideológica, o
cierta decencia de principios.
A
veces, un mínimo de memoria puede resultar grosera, cruel y sobre todo
hiriente, en este caso con uno mismo… por aquello de recordar…
Y
uno recuerda, aquella foto, en la Casa de Campo de Madrid, tan emocionado,
junto a Rosa Aguilar (entonces miembro de IU y del PCE), cogiéndome ella por el
hombro. Al cabo de unos años se pasó a la socialdemocracia.
Y
uno recuerda, con ese olfato político que pocas veces ha errado y siempre ha
tenido, ¡no sé para qué!, sí, recuerda a aquella Cristina Almeida, a Diego L.
Garrido y otras hierbas, formando un partido político de “transición” hacia la
socialdemocracia. NUEVA IZQUIERDA se
llamaba.
Y por qué será que todos
aquellos que adolecen de ideología y
concienciación marxista histórica acaban demarrando siempre a la
socialdemocracia y, al principio, quizá debido al pudor, muchos se justifican
con el ambigüedad de “nuevo” no sé qué, o, “nuevo” no sé cuantos…?
Hoy,
el P. Podemos ofrece NUEVAS expectativas
para NUEVOS advenedizos que han renunciado a todo lo “ANTIGUO”… Patético, sí,
pero a más de uno le colmará la vanidad… ¡por lo menos!
Pues
que les vaya bien y bonito en esa su gran experiencia (tal vez ahora, su gran
amo, el de siempre, seguro que les concede un gran espacio en sus medios de
comunicación-“información-desinformación”), pero no han aprendido nada, o no
desean ver que, los atajos (¡ay, los atajos, qué malos compañeros de viaje!) para
cambiar este RÉGIMEN siempre son los mismos: el anarquismo, ese que va contra
todos y todo y, luego, ¡hay que joderse, qué cosas! Casi siempre acaban en la
derecha o la mera apatía.

Ufff,
¡casi nada!, había olvidado, nada menos, que el trotskismo: ese gran aliado
–indirecto- con el que contó el gran capital hasta 1991 más o menos; a partir
de esa fecha el trotskismo ya estaba amortizado.
Seguramente,
al cabo de unos años, estos reinventores de la historia, les contarán a sus
nenes una magnífica historieta de heroicidades personales, pero eso, claro
está, es otra historia distinta a lo de Tania…
Bueno,
o la misma. Que no nos vendan otra moto, por favor.
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