lunes, 24 de noviembre de 2014



 ¿ESCRITURA AUTOMÁTICA?   24, NOVIEMBRE

Procuraré no escribir hoy.  Sí, nada de anotaciones, que luego se alargan como los crepúsculos en el amor, cuando nunca llega la noche, por estar el cielo sospechosamente iluminado. O cuando las almas y los cuerpos tiemblan de pasión y frío existencial.

Hoy no anotaré nada, y trabajaré sobre un lienzo dudoso, que a mí me parece que ya ha empezado a declinar antes del parto.

Sólo iré por las calles, las avenidas más anchas y prolongadas, mirando la cresta recortada de los tejados por las últimas  luces, igual que en aquella anotación de “Hotel Chopin”, donde el protagonista no desea viajar y detesta lo que él considera es la vacua escenografía de los viajes al uso, la gran soledad en medio de gran algarabía de turistas y viajeros que sólo pretenden llenar, como sea, una biografía y una vida –cualquier vida- que se extingue con los años porque simplemente es así y no se puede cambiar.

En principio, yo no pensaba en ser el futuro protagonista de “Hotel Chopin en París, pero cuando lo vi, en aquel pasaje interior, demorado por décadas de latente literatura, pintura o lo que quiera que fuese, supe, sin querer saberlo, que yo habitaría en aquel hotel  un día.

Y sí, el protagonista del breve relato parece que ha llegado al límite  de una vida intensa que siempre deseó, y entonces, le dice a ella que baje las persianas, cierre los balcones, apague la luz y, deje la factura pagada para unos quince días por lo menos, y sin que nadie le moleste, pues ya no desea ver el día nunca más.

El protagonista conoce que esa actitud sólo es una metáfora llevada al extremo, pero sabe que la va a hacer realidad, y esa vez no fallará, no, ni habrá autoindulgencia para él.  Del Hotel Chopin sólo saldrá en un furgón frigorífico.

Pero, decidme, por favor, qué hago yo, de nuevo, con esta pluma entre las manos y, el lienzo ahí, iluminado por unos focos para nada.
Decidme, en todo caso, ¿quién ha sido, quién me ha puesto esta pluma entre los dedos  en contra de mi voluntad, y sin haberme enterado?

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