martes, 16 de septiembre de 2014



PEÑARROYA DE TASTAVINS

Hoy viernes, 12 de septiembre, después de comer en el centro  urbano de la transida población arriba citada, ya aquí, en la ermita de Nuestra Señora de la Fuente, el amor duerme (o se ha ido) y yo… sencillamente estoy desvelado sobre una hamaca  que he situado frente al muro de la puerta lateral de la iglesia. O quizá duermo, despierto, soñando -una vez más- mientras el amor transita, desvelado e inquieto, lúcido y atemporal, quizá por los recónditos sotos del rio Tastavins.

Las miradas.  Vivir, tan sólo, por un instante de miradas.  De una mirada…

El mundo, nuestro mundo, quizá no existiría sin la glorificación exultante de las miradas.  Las miradas, recientes, muy cercanas, nos han dejado (me han dejado) una ráfaga de eternidad en un instante.

Pero sabemos, por básica y primaria experiencia, que los instantes, por sí solos, no son nada, o no existen, al igual que el tiempo.

Los instantes, probablemente son esa eternidad donde se fragua y se plasma y se concreta una sola palabra; cualquier palabra.
¿Qué palabra?

“Me gusta tu rostro”,  por ejemplo.
“Me gusta tu mirada, mientras me miras, fugazmente, sabiendo quo yo no espero nada de ti, que no te pido nada”

“Agradezco tu mirada y te doy la mía a cambio, sincera, plena, desnuda y  fugaz”. 
Pero no, no es suficiente; cualquiera lo sabe: nunca puede ser suficiente, pues luego se quieren y desean todas las miradas, y, casi inmediatamente, la compañía: darse la mano, una mañana plena, una tarde, un crepúsculo imprevisto y, una noche (secretamente esperada) en la que llegará el amor, en silencio, en un murmullo   inaudible, pleno y sagrado. O no llegará, porque el amor ya estaba ahí, esperándonos, expectante de nuestra consciencia, observador discreto de nuestro esperado descubrimiento.
El amor es así, y de mil formas más. Es prudente, bullicioso, sugestivo hasta el extremo y, a veces, sumamente cruel debido casi siempre a su irrefrenable pasionalidad.   Pero tú ya lo sabes,  ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario