jueves, 27 de marzo de 2014



26. MARZO

El amor es uno de los grandes tópicos.  Pero el amor es una realidad, una luz que traspasa, a intervalos indeterminados, aciagos unas veces, o gloriosos y tempestuosos otras, el gran solar –muchas veces deshabitado- de toda nuestra vida presente y venidera.

El amor eres tú, sí, también tú, tras esa pantalla, leyendo estas letras que -¿quizá?- no esperan nada…
¿O sí?

26 MARZO    

No sabemos bien qué es la sordidez. Aunque en realidad sí lo sabemos…
Tal calificativo lo aplicamos para infravalorar, menospreciar o, simplemente, como insulto drástico y corrosivo.  Pero la sordidez es algo que se percibe, se tiene clara consciencia de ella en un momento puntual.  Cuando dicha sordidez es ajena y, la descubrimos de pronto en un entorno inmediato, es quizá cuando sentimos ese extraño sentimiento de culpa por ser descubiertos y  que puedan ver que “nos damos cuenta”.  Esto, también –quizá-, tiene que ver algo –o bastante- con eso que se llama “sentir vergüenza ajena”.

Cuando la sordidez es percibida como algo íntimo o ligado estrechamente a nosotros, como primeros “protagonistas”, entonces, si tenemos cierto o mínimo sentido lírico, nuestro estado emocional revierte hacia una sincera y honda e indeterminada melancolía.
Y digamos pues que, tal melancolía, es la que me ha invadido nada más llegar al café Guan King-Sun.
¿Cómo he llegado hoy hasta aquí?
Hacía tiempo que no venía (a ver a una de las chinas de las que estoy enamorado…), pero he tenido clara consciencia inmediata de sentir un estado de sordidez que me afectaba directamente y, del que yo, tal vez era el principal protagonista.

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