jueves, 19 de diciembre de 2013



19, DICIEMBRE.       Mis dudas sobre Wein.

Solo escribo estas notas cuando Wein Min-Li duerme.
Es entonces cuando la sensación de pensamientos y vivencias encontradas se me representan con toda su confusión o claridad, su crudeza o su fantasía, su lírica infinita y su prolongado cielo que no cesa.  Aún no cesa, todavía…

¿Cómo podría ser la vida sin esta criatura?

Sería.  En todo caso siempre sería, pues siempre “es” a pesar de todo lo que sea o no sea, se sueñe o se muera.

A  un lado de nuestra pequeña vivienda puede verse una larga calle con farolillos dispersos.  Al otro lado, una suave depresión, el soto, el río, el lago y el bosque; todo muy convencional, pero cierto. Y más lejos y elevada, si la noche está clara, una pequeña parte de la Gran Muralla iluminada.  Todo esto creo que ya lo dije.

Hace dos días vinieron unos familiares de Wein a vernos, unos diez o  así, amables, algunos algo bulliciosos.  Nos trajeron regalos para la casa.  No hablan muy seguido, pero a cierta distancia me observaban más de lo que parecía y, me daba cuenta que quizá lo hacían al detalle. 

Wein estaba atenta a todo y me traducía de vez en cuando sus comentarios.  Aunque quién sabe lo que decían. Uno puede sospechar cualquier cosa.
Había un varón  -¿primo de Wein?  Eso me dijo ella. No sé qué pensar-  que la miraba especialmente, y ella se inquietaba mucho, intentando disimularlo y aparentando soltura.  Pero me he dado cuenta que, la mayoría de los chinos que he visto, a pesar de su “distancia”, disimulan muy mal.
Él, en contra de lo que aprecio en el sector masculino, es alto, atractivo y más joven que yo. Creo que Wein también percibió en mí la inquietud, ese estado de tensión que late interiormente y flota en la estancia y se expande en el ambiente.

Huele a chocolate y a churros.  No sé de dónde viene ese olor, o quizá me lo parece, pero en todo caso ya no es el mismo olor de hace dos o tres meses.  Ya no.  Aunque espero que vuelva, no sé…
También el olor es algo anímico-emocional y, por tanto , a veces nos crea confusión…

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