(A mitad de semana, de este extraño verano
recién inaugurado, quizá ponga nuevos
textos.)
La estación desierta.
(Caspe,
Julio de 2011)
Hay una incierta
luz
yendo a la
deriva.
Hay una
soledad
en la
transida tarde,
en la
trastienda del mundo.
Hay un ritmo latente
y visual
de vías muertas
que muy
pocos, quizá,
saben
traducir con acierto.
Muchas veces, yo
tampoco.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . .
Prefiero
la soledad a la idiotez compartida. (24
de febrero, 2011, ¿bodega?)
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . .
Del
negro pozo se sale.
De
la estupidez, si esta hace callo en el alma,
no
se emerge jamás.
. . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Estoy
obsesionado con el amor (el gran amor, a lo grande, sin barreras),
Y
también con la muerte (cotidiana), que sustituye a todo preludio
de
una nueva muerte, una más, en medio de una vida
que no es tal…,
o
que sólo ha sido una máscara o parodia de la vida; algo, sencillamente,
patético
y obsceno.
Ya era hora Guillermo. No hace falta que diga que me gusta todo lo que haces ya sea con pincel o con pluma de de Quevedo.
ResponderEliminarAntonio