martes, 24 de diciembre de 2019





Restauración del     lienzo  del torero zaragozano "Blanquito", pintado por Emilio Benedicto en 1.978.  Restauración casi integral de dicho retrato en diciembre de  2014, por G. Cabal.




Todo un mundo de sueños late ahí fuera, nos espera paciente todavía, sí, todavía, distraído, quizá mirando el mar o intentando ver estrellas imposibles y remotas, esperando a ser cogido con nuestras manos, el pensamiento, con los pies o con los dientes.

Todo un mundo de sueños, todavía, de pronto se revela, violento, surgido de la nada.

-¿Qué viento lo ha traído?,  -me dices confundida y perpleja.
-No sé –te respondo-.  Ya estaba aquí cuando hemos venido.
-Y,  ¿de dónde crees que vendrá entonces?
-Lo desconozco.  Mira, duerme plácidamente, pero temo despertarlo, no se      vaya a ir y dejarnos aquí, solos, a la intemperie de un universo desprotegido.
-¿Lo has traído tú?
-No.
-Yo tampoco.  O eso creo….
-Mira por dónde… quizá sí, -le digo-.  Llevas partículas de luna en tus pendientes. También veo en tus ojos polvo de estrellas. Sí, piensas que es una broma tonta, cursi y convencional, pero, es un instante único.  Créetelo, porque es cierto, y no volverá a repetirse. Nada retorna en estos casos… Nada se repite igual, o eso dicen.
-¿Damos un paseo por este camino ancho?
-No sé.  ¿A  dónde conduce?  -balbuceaba temerosa-.
-No  te diré que alcanza hasta las últimas galaxias porque no lo creerás nunca.  Pero sí te digo que conduce a esas nubes cercanas que alumbra la luna. –Le murmuraba con todas las dudas, que en el fondo me asolaban-.
-Sí, quiero ir.  Vamos entonces.  ¿No llevaremos nada? ¿Todo se quedará aquí?
-Pero,  ¿Qué quieres llevar?  Sí, todo se quedará aquí –repuse drásticamente-De todo lo que hay aquí, todo es prescindible, pues tú sola vienes conmigo.  Vamos solos los dos, el camino es amplio y en él hay de todo. Solo nosotros somos verdaderamente imprescindibles.

Y partieron aquella misma noche, sin nada, en medio de una blanca luz que acabó mimetizándolos con dos estrellas más del firmamento.
Y si tenéis dudas podréis verlas en las noches despejadas, cuando sopla el viento del norte y acaricia levemente toda la cresta elevada y oscura del gran bosque.

18, NOVIEMBRE, 2014.



No hay comentarios:

Publicar un comentario