(((Estoy enfermo. Sé –y admito- que estoy enfermo, pero no
estoy seguro de "curarme" y, mucho menos aún de “querer recuperarme”.
Estoy gravemente enfermo de tedio
existencial, de pánico, pero sobre todo, de intenso miedo abstracto (o concreto…) e ilocalizable.
Veo la sordidez, o creo verla, casi por
todas partes, por todos los rincones. Sé
que no es real; sé que tal vez no sea
así (y no lo es: eso deseo pensar benevolentemente al menos) con todo y en todo
el entorno, pero así lo percibo y quizá, esta vez, desde lo más hondo del
inconsciente ya no quiera, ya no desee,
ya no quiero “recuperarme”.
El consciente racional me dice cada
día que <<adelante, que sí, que tranquilo, que sólo es cuestión de días;
que quizá sea el otoño, o el invierno…>>,
etcétera. Pero yo sé que es
mentira, y lo peor de todo es que empiezo a no creer a ese “consciente
racional”, tan social-popular, tan trivial, digno, adocenado, tan
simplista y mortal. Sí.)))
Sí, la verdad que hay días así: que no existe la manera de levantarse de la cama. Una apatía que no cesa. Un día, y otro también.
ResponderEliminarMe gustaría que me enviaras algún soliloquio tuyo a escritoresmadrid@gmail.com
Saludos.