El rio… 28, febrero, 2015
El Rio, metáfora y símil perfecto
para tantas y tantas secuencias de la cotidianidad… El río, hoy, baja crecido,
muy crecido.
En este sábado anodino y como de
transición estacional la gente ha salido a ver el río.
El río baja pletórico y crecidamente
agresivo, sabe y conoce su fuerza y ni siquiera se esconde en sacar músculo,
pues es evidente su magnitud.
Sorprende –o me sorprende- la gente
que ha salido solo por y para ver las aguas incontroladas y alegres. Hay todo tipo de gentes. Incluso, se ven esas parejas, ya de unos años:
dignidad, un bien vestir, cierta circunspección porque, “no todos somos lo
mismo” y, ellos, y los demás, son, por supuesto,
el inmediato entorno; es decir: todo el universo.
(...El "universo", puede llegar a ser tan pobre...)

Ver el río; salir para ver el río, la
escusa perfecta para que la misma vida nos vea
e incluso, tener consciencia que nos mira y de vez en cuando hasta nos
presta atención.
El río algunas veces parece –que no
lo es- eterno.
Los transeúntes/espectadores somos simples
comparsas de esta efímera escenografía lúdico-festiva y absurda. Etcétera… Ay... y dos mil etcéteras anónimos más, tan sólo por decir algo...
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