28, diciembre
Las calles negras de noche. Calles largas, cortas o en curva, calles
extrañamente mojadas en un invierno seco de nieblas.
Las calles… Cuando no salga a las
calles, a las indefinidas avenidas de dudoso destino, no estaré bien, o no
estaré en el mundo; aún menos, todavía
menos en el mundo.
Hay que echar anclas, aferrarse desesperadamente
a la vida, aún despreciándola, aún sin amarla, echar amarras y pararse un momento.
Sospecho, no obstante, que “el mundo
paralelo” no existe. Sospecho –y no es pseudoliteratura-,
que todas las avenidas son la misma y única gran avenida.
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